Planeamiento y Gestión Urbana

Lima un caos y sin espacios Públicos

Carlos Antony M. V.

 

 

Hoy en día, haciendo un simple recorrido en el Google Earth, es fácil darse cuenta que Lima  es una ciudad que no presenta un plan de desarrollo urbano, sino más bien una ciudad que crece con el único objetivo de albergar a cuanto visitante del interior o exterior del país llegue. Es decir, lima crece y se extiende a lo largo del territorio sin orden y sin espacios públicos, todo ello genera caos vehicular, contaminación e inseguridad ciudadana. La Organización Mundial de la Salud, indica que debe haber como mínimo ocho metros cuadrados de áreas verdes por habitante, pero obviamente  se ha olvidado eso en esta ciudad. Entonces, sucede que el Instituto Metropolitano de Planificación (IMP), permite a través de las municipalidades que las pocas áreas libres en la ciudad se usen, como alojamiento de comerciantes ambulatorios a los alrededores de los  mercados y calles incontables, todos ellos invadiendo  las veredas y avenidas principales de los distritos de Lima. Por ejemplo, Caquetá en San Martín de Porres, el Mercado de Surquillo, el campo ferial Amazonas en el centro de Lima o todos los alrededores del Mercado central. Por lo tanto, las consecuencias en caso de sismos o incendios dan como resultados, vidas humanas.

Es triste recordar entre  los desastres ocasionados por el hombre, uno de los más grandes incendios urbanos. El 29 de diciembre del 2001, en un área comercial tugurizada y llena de ambulantes del centro de Lima, se produjo un incendio que provoco la muerte de 277 personas y millonarias pérdidas materiales que dejo como saldo una herida de culpabilidad en las autoridades de las municipalidades al permitir el crecimiento informal de esa zona. Asimismo, los nuevos cambios de zonificación duplican la capacidad residencial y comercial de ocupación de la ciudad, y no sucede en distritos comúnmente llamados marginales, sucede en distritos como Miraflores donde la municipalidad permite multifamiliares de 7 pisos en casi el 80 por ciento del distrito. Entonces, sucede que año tras año se rompen pistas y veredas, debido a la sobre demanda de agua y energía. Además, el mínimo promedio de las nuevas viviendas de los conjuntos residenciales puede llegar a menos de los 50 m2. Esto parte de una experiencia personal, que cuando buscaba departamentos para vivir, me encontraba con espacios donde solo había habitaciones y baños, y esto  en una ciudad  donde la familia promedio tiene tres a cinco integrantes. Entonces, es evidente que se está deteriorando los estándares de calidad de vida de la población que acepta esta alternativa, debido a la alta demanda de vivienda, y si eso no fuera poco, a la vez  no se está cubriendo los requerimientos de equipamiento urbano ni local, ni distrital, ni metropolitano. Por lo tanto, que pasaría en un posible incendio o sismo, en que área libre las personas podrían salvaguardar sus vidas. Simplemente, no hay espacios libres o públicos en la ciudad para la cantidad de ciudadanos que la conforman. Y ni que decir de los balnearios al sur que se expanden en el territorio sin ningún orden, con cada verano lleno de nuevas discotecas y centros comerciales que solo benefician monetariamente a las municipalidades donde no hay proyectos urbanos y donde el futuro es, el no a espacios públicos. Pero que lógica se tiene que cambiar para que esto tenga un pare. En primer lugar, la organización de la ciudad de Lima no debe estar definida en tres conceptos comunes que son, el densificar el homogenizar y el flexibilizar. El densificar, permitiendo el crecimiento en altura de los distritos con una infraestructura de servicios básicos no planeado y ya existente. El no Homogenizar usos de suelo en distritos donde la demanda comercial así lo permite, claramente el país necesita de inversión privada, pero eso no es excusa para hacer de los conos de Lima lugares intransitables debido al exceso de comercio y pocas áreas libres. Seguidamente, No se debe flexibilizar las normas para permitir que el comercio ambulatorio invada las pistas, veredas y espacios públicos de la ciudad. El Reglamento de Acondicionamiento Territorial, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente señala que las calles, parques, plazas, paseos, áreas de conservación y protección, playas, ríos y lagos, así como otras áreas que tengan el tipo de  uso público, son   intangibles .Entonces, las Municipalidades no deben permitir su uso para fines diferentes a los que su carácter de bien público impone. Asimismo, para que ello se respete, se deben organizar juntas vecinales que restrinjan y vigilen el uso de estos pocos espacios públicos que aún quedan.

En conclusión, Lima es una ciudad que crece incontroladamente en donde los urbanistas tratan de intervenir acomodando usos de suelo y creando espacios públicos de puro concreto. Es tanto así, como hacerle una cirugía estética de momento a la ciudad. Por tal motivo, El estado debe y tiene que hacer un plan de desarrollo del territorio de la ciudad, es decir desarrollar y ordenar  la ciudad. Mas no dejar esta responsabilidad a las municipalidades que solo actúan independientemente haciendo cirugías y tratando de arreglar en lo que se puede cada uno de los distritos. Asimismo, se debe incentivar en  educación de la arquitectura para que los futuros profesionales tengan la capacidad de poder desarrollar partes del territorio y no solo metros cuadrados.

FUENTES:

LOS INSTRUMENTOS DE PLANEAMIENTO URBANÍSTICO EN LA LEY 388

DE 1997.

http://upcommons.upc.edu/revistes/bitstream/2099/5635/1/4_LUISM-CAROLINA.pdf

Gestión urbana para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.

 http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/8/14288/lcg2203p.pdf

http://www.urbanoperu.com/

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