Las ciudades urbanas durante y después de la pandemia del COVID-19, declarada por la OMS, tendrán que ser adaptadas y entendidas en relación con el comportamiento del ciudadano y las falencias del diseño urbano que han llevado a esta crisis sanitaria tener un mayor impacto. Hoy en día, en la región de América Latina, los gobiernos y sus diferentes niveles en gobernanza están trabajando a la par con el sector privado y las organizaciones civiles con el único objetivo de encontrar respuestas y soluciones de urgencia que permita abordar el control de la tasa de infectados por día. En ese sentido, esta coyuntura también resulta como un gran momento para revisar las políticas de vivienda y urbanismo que a su vez permita mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, y analizar como estos interactúan con la ciudad y los espacios públicos.
De acuerdo con lo anterior, es preciso mencionar que una gran iniciativa es la del gobierno local de Quito, el cual ha elaborado un instructivo técnico que busca regular las distancias mínimas entre personas en zonas de espera exteriores de establecimientos comerciales y servicios captadores de flujos de personas en bienes públicos, de uso público y bienes privados, es decir todos aquellos que atienden aglomeraciones por la naturaleza de su uso.
Cuadro e ilustración extraído de:
«INSTRUCTIVO TÉCNICO QUE REGULA LAS DISTANCIAS MINIMAS DE ESPERA EN ESTABLECIMIENTOS COMERCIALES Y DE SERVICIOS» elaborado por el gobierno local de Quito.

Dentro del articulo 7 se menciona las Condiciones generales para zonas y puntos de espera.
«Los establecimientos con gran afluencia de usuarios deberán señalizar los puntos de espera en exteriores cumpliendo las distancias adecuadas de seguridad y salubridad»

Esquemas con distanciamientos propuestos:
Fuente de la información:
Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda
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