Otros trabajos destacados del curso de Actualización Profesional Universidad Universidad Católica de Santa María – Arequipa + Facultad de Arquitectura.

Docentes: [Mag. Aldo Facho + MSc. Carlos Alberto Fernández Dávila + MSc. Carlos Muñiz]

Fuente Imagen: https://llonazamora.com/filter/Concurso/PLAZA-DE-ARMAS-AREQUIPA

ESCASEZ E INADECUADA INFRAESTRUCTURA DE ESPACIOS PÚBLICOS REFLEJADOS EN AREQUIPA

Quizá no somos conscientes del camino que está tomando la urbanización moderna y por ello llama la atención como el autor visualiza el espacio público, criticando la deshumanización que ha tenido con el pasar de los años, un espacio que tiene ciertas funciones deshumanizantes y que ha ido inspirando temor, que no es un lugar protector ni protegido y que consecuentemente ello conduce a parchar ese temor con centros comerciales y urbanizaciones con tránsito restringido, lo cual no es ajeno a los Arequipeños que para entrar a ciertas urbanizaciones deben identificarse, restringiendo nuestros derechos fundamentales como ciudadanos.

Alejándonos del concepto jurídico del espacio público, éste tiene una dimensión sociocultural que el autor quiere rescatar, es un espacio de relación, identificación y expresión que aún podemos gozar en nuestra ciudad, cuyo centro histórico es lugar de integración expresado en ferias gastronómicas, actividades cívicas, culturales y sociales de los cuales todos somos partícipes directos o indirectos, sin embargo eso no nos exime de padecer la deshumanización en un futuro si no se hace ciudad como producto integrador.

Un proyecto integrador puede articular los espacios públicos, puede generar nuevas centralidades que de la mano de las movilidades se conseguiría la aceptación de los barrios olvidados y por ende se evitará la segmentación de la cual no estamos ajenos, porque así como se han planteado calles peatonales sin ningún tipo de clasificación como la Calle Mercaderes en nuestra ciudad, hay otras calles que ya son víctimas de la falta de ciudadanía como la calle Santa Catalina en la que hay requisitos, como consumir en cierto lugar para poder usarlo, que dividen las clases sociales.

Sin embargo, es un tanto utópico considerar ciudadanos a migrantes residentes en nuestra ciudad, que a pesar de vivir en ella se niegan a integrarse intentando imponer costumbres natas y no identificándose como ciudadanos de Arequipa, cuya ciudadanía enfatizamos siempre que hay oportunidad. Quizá las nuevas generaciones de migrantes logren identificarse y considerarse parte de la ciudadanía arequipeña, sin embargo, por los problemas sociales que los inmigrantes traen consigo en la actualidad hay cierto rechazo hacia ese grupo de personas, muchas de ellas ajenas o víctimas de esos problemas.

Por otro lado, si bien es cierto que la participación ciudadana a través de distintos medios es fundamental para el objetivo que se quiere alcanzar, lamentablemente la realidad actual en Arequipa es que la corrupción la prefiere alejada, ejecuta proyectos que no aportan ciudadanía a la ciudad, que fragmentan el tejido urbano y que simplemente cumplen funciones prácticas sin hacer un test que identifique nuestras verdaderas necesidades como ciudadanos.

El estatuto de ciudadano y sus desafíos están muy alejados y las esperanzas de que lo pongan en práctica es casi nula, ya que el desafío político está nublado y relegado por la burocracia existente en nuestro sistema y el egoísmo de llevarse el crédito de nuestros políticos truncando obras de la oposición, por ejemplo. El desafío social está siendo opacado, debido a la inactividad del gobierno, por las empresas privadas que invierten en proyectos excluyentes, como los centros comerciales. 

No es sorpresa que la responsabilidad de urbanismo recaiga sobre los profesionales, quienes deben escuchar y al mismo tiempo defender sus convicciones. Lo ideal sería eso. Sin embargo, ajustándose a nuestra realidad, cuando los profesionales hacen prevalecer su sensibilidad por la herencia de la ciudad y van en contra de los políticos y del sistema, simplemente son sacados del proyecto, lo que continúa arriesgando nuestra futura e incierta ciudadanía.

Alumnos:

Aragón Torres, Jorge Alberto

Cuentas Gutiérrez, Jean Carlo Luis

Fernández Hernani Paredes, Carolina de Jesús

Franco Aguilar, Claudia Amparo

García Aramburu, Carlos Moisés

Pacheco Cornejo, Karenth Lisbeth

Polanco Yábar, Luis Fernando Gustavo

Rivera Begazo, Zaida

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